Según Joshua S. Reichert, director de Pew Environment Group, cumplir ese objetivo exigirá un gran avance respecto al 8% de océanos protegidos en la actualidad, con sólo un 2,4% totalmente protegido.

La protección en muchas de las Áreas Marinas Protegidas existentes, no se aplica porque los gobiernos carecen de recursos o incentivos para hacerlo, y en algunos casos la designación de una zona protegida puede incluso empeorar la situación, ya que atrae a más pesca ilegal.

Por esto, una solución alternativa ha sido la idea de los “paisajes marinos”, un enfoque de la conservación de los océanos que combina zonas marinas protegidas separadas en vastas redes de hábitats conectados, en beneficio de las comunidades costeras y la fauna. 

El objetivo de un paisaje marino es ayudar a los países y las comunidades a gestionar el uso que se hace de él, para lograr un equilibrio entre la protección de los océanos y la producción. Uno de los mejores ejemplos es el Paisaje Marino del Pacífico Oriental Tropical, una franja de océano a lo largo de las costas de Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador. En los últimos 17 años, estos países y más de 100 grupos de la región han cooperado para tejer una red de 77 zonas marinas protegidas que protegen una de las rutas migratorias marinas más transitadas del mundo, atravesada por tiburones, tortugas, ballenas y aves marinas.

Gracias a los beneficios identificados en este tipo de gestión, Costa Rica ha diseñado una nueva estrategias bajo este enfoque. 

Durante el 2021, Costa Rica anunció que ampliaría su zona oceánica protegida del 2,7% a más del 30% de sus aguas nacionales, un gran salto que sitúa al país centroamericano nueve años por delante del plazo mundial para proteger casi un tercio de la tierra y el mar del mundo. El Parque Nacional Isla del Coco ampliado, situado frente a la costa pacífica del país, abarcará ahora más de 5 millones de hectáreas, una extensión 26 veces mayor que la anterior. Además, el Área Marina de Manejo Bicentenario de Costa Rica aumentará 11 veces su tamaño anterior, abarcando ahora más de 100.000 kilómetros cuadrados). Todo esto fortaleciendo el enfoque de paisajes marinos, que permite la interacción entre corredores para la sostenibilidad de la biodiversidad.