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Océanos internacionales

60% de los océanos no tienen dueño y están desprotegidos

La protección y conservación de los océanos se ha convertido en tema prioritario para la mayoría de Estados en todo el mundo, por su gran importancia tanto para la estabilidad del medio ambiente, así como para el desarrollo de millones de personas alrededor del planeta que dependen de estos para su subsistencia.

Si bien aún estamos muy lejos de poder asegurar un uso sostenible de nuestros propios mares y sus recursos, Costa Rica ha venido en los últimos años asumiendo una serie de importantes compromisos y medidas con la intención de mejorar las prácticas que se desarrollan en la explotación de los recursos marinos. Pero existe un problema global que se ha desestimado por la mayoría de países en el mundo, y es la conservación de los océanos fuera de las jurisdicciones nacionales. Este descuido amenaza con desestabilizar por completo los ecosistemas marinos del planeta.

Océanos sin Dueño

Océanos internacionales

60% de los océanos en peligro

Según informa la Organización de las Naciones Unidas, el 60% de los océanos en el mundo no tienen dueño y por tanto no tienen ningún tipo de monitoreo o regulación de las actividades humanas que se desarrollan en estas aguas internacionales. El mar territorial de un país se extiende por unos 22.2 kilómetros o unas 12 millas náuticas, desde su costa hasta la zona económica exclusiva que suele alcanzar las 270 millas náuticas. A partir de ahí, las aguas dejan de pertenecer a un país y se consideran internacionales quedando sin el amparo de legislaciones ambientales.

Al ser estos recursos compartidos, es que la ONU se ha abocado en los últimos años a instar a las diversas entidades internacionales y de cada país, ha participar en las discusiones con el fin de poder establecer normas e instituciones que permitan organizar los usos que le estamos dando a estas áreas y poder establecer una gobernanza internacional de los océanos.

Actualmente, el marco legal de la gobernanza internacional de los océanos se basa en una combinación de jurisdicciones y marcos específicos, pero que según los expertos no tiene capacidad para afrontar los retos comunes con la eficacia suficiente, ya que no garantiza la gestión sostenible de los océanos y sus recursos, por lo que la ONU considera vital la participación de todos los países y organismos internacionales para establecer normativas más eficientes.

La Vulnerabilidad de las Aguas Internacionales

El pasado mes de Julio del 2017, durante la Conferencia Sobre Los Océanos de la Organización de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York, representantes de este órgano manifestaron que esas aguas de nadie, están en riesgo por el cambio climático, la pesca indiscriminada y excesiva, la minería en el lecho marino, además de la contaminación provocada por el uso de pesticidas en la agricultura y los plásticos.

Esto debería ser de gran preocupación para todos ya que este es el ecosistema más grande en el planeta. El 45% de la Tierra está cubierta por estos mares y la mitad de la productividad de los océanos se encuentra en esta zona. De los 80 millones de toneladas de peces en el océano, aproximadamente 10 millones de toneladas se pescan en los mares sin dueño, siendo la mayoría de la pesca atún y otras especies similares.

Océanos sin dueño

La falta de legislación atenta contra el 60% de los océanos

En recientes informes presentados por la ONU y en los que participaron los expertos Alex Rogers y Lucy Woodall, ambos de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, se asegura que todas las presiones en el océano se combinan para crear un nivel de amenaza elevado en el ya complejo ecosistema marino. La polución por plásticos y químicos como los pesticidas, además de los efectos de cambio climático, entre otras, están atacando principalmente a las zonas más alejadas a las que han denominado puntos de inflexión.

En estos es sumamente difícil determinar cuáles son las áreas más afectadas por la poca información que se tienen sobre las actividades desarrolladas ahí pero mencionan el caso particular de la Bahía de Bengala, en el océano Índico, ya que su deterioro podría afectar a las poblaciones de peces a nivel global.

Según explicaron los científicos, la cantidad de nitrógeno que está llegando desde el campo, está fertilizando excesivamente a las algas, estimulando el desarrollo de bacterias que capturan oxígeno y afectando a la biodiversidad marina. Si el oxígeno en la zona continúa decreciendo por la misma causa o por el aumento en la temperatura del agua, toda la cuenca oceánica podría perder el oxígeno, ya que el agua con exceso de nitrógeno sería empujado por las corrientes oceánicas y provocando una considerable reducción en la productividad de otras zona.

Esta preocupante situación nos debe llamar a reflexionar sobre qué hacemos y podemos hacer para revertir nuestra huella ambiental. El cambio siempre empieza en uno, después en el hogar y así sucesivamente. Busquemos formas prácticas para mejorar nuestros hábitos y colaborar con al protección de los océanos. Seamos más exigentes con nuestros gobiernos en facilitar mecanismos que permitan un desarrollo más sostenible e instemos a participar más activamente de las propuestas e iniciativas que se plantean a nivel internacional para poder asegurar un desarrollo óptimo de los recursos marinos para el futuro.

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