El ODS 14 es conocido como uno de los menos financiados históricamente, por lo que se plantearon 10 metas para discutir, como reducir la contaminación marina; proteger y restaurar los ecosistemas; reducir la acidificación de los océanos; garantizar que la pesca se realice de forma sostenible; conservar las zonas costeras y marinas, entre otros. Algunos de estos objetivos debían alcanzarse en 2020, mientras que otros deben abordarse antes de 2030.

Entre las acciones que resaltan del evento, varios países anunciaron nuevas áreas marinas protegidas. Un ejemplo es Colombia, que amplió la zona de exclusión de capturas en el Santuario de Malpelo, un hábitat crítico para muchas especies marinas, incluidos el tiburón ballena y el atún y creó tres nuevas áreas protegidas y de gestión marina. Estas nuevas ampliaciones, si se aplican en su totalidad, permitirán a Colombia alcanzar el objetivo de proteger el 30% de sus aguas ocho años antes de la fecha límite de 2030.

Para concluir la conferencia, los 198 miembros de las Naciones Unidas adoptaron por unanimidad el 1 de julio de 2022, la Declaración de Lisboa sobre la conservación de los océanos. Los estados parte se comprometieron a seguir acciones innovadoras y basadas en la ciencia de forma urgente.

También se acordó trabajar en la prevención, reducción y control de la contaminación marina, el desarrollo y la promoción de soluciones financieras innovadoras para ayudar a crear economías sostenibles basadas en los océanos y la ampliación de las soluciones basadas en la naturaleza para ayudar a conservar y preservar las comunidades costeras.