Atún Costarrincense Para Pescadores Costarricenses
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OneBlog, Fundación OneSea, Costa Rica
Este lunes 1 de agosto, el proyecto titulado “Ley para la recuperación de la riqueza atunera de Costa Rica” fue aprobado en primer debate, para proponer acciones al Instituto Costarricense de Pesca (Incopesca) sobre el establecimiento de políticas regulatorias para el territorio marítimo nacional.
La iniciativa presentada por el exdiputado José María Villalta, durante su última gestión, pretende reformar la Ley de Pesca y Acuicultura actual, Ley N.º 8436, en tres puntos fundamentales: la creación de una flota pesquera nacional, la protección y aprovechamiento de la riqueza natural del Domo Térmico de Costa Rica y la elaboración de un plan de manejo para los recursos marinos de esta área, desde el Ministerio de Ambiente y Energía.
Con esto se quiere fortalecer la pesquería costarricense y la regulación de las artes de pesca, que actualmente, según Global Marine Commodities, se encuentran con altos índices de irregularidad y pone en peligro la ecología de los ecosistemas, con la captura de especies como los tiburones y los mencionados atunes.
Una destructiva realidad para un país conservacionista
Los históricos usos descontrolados y nocivos de los recursos marinos en Costa Rica, no se limitan a la pesca de atún. La pesca ilegal sigue siendo una amenaza importante y creciente para la vida marina del país. Un informepublicado por la Organización No Gubernamental, Amigos de la Isla del Coco (Faico), consta que los decomisos por captura ilegal, las intercepciones de embarcaciones y los procesamientos son mínimos, dejando en peligro el patrimonio natural del país.
Un claro ejemplo es el cercenamiento de aletas de tiburón, que va en aumento debido a la ausencia de legislación y a la aplicación efectiva de leyes. Según Abrams World Trade Wiki, Costa Rica aporta el 4% de las exportaciones mundiales de aleta de tiburón.
También, podemos evidenciar los daños de las malas prácticas de pesca que en cuatro décadas le han pasado factura a las comunidades costeras del país. Por ejemplo la comunidad de Lepanto, quienes a falta de recursos marinos se han visto obligados a cambiar las redes por pico y pala para dedicarse a la agricultura.
El panorama que nos espera
Con la aprobación de esta ley llega la esperanza que traiga consigo una actualización a las técnicas de monitoreo en nuestros mares, ya que actualmente las costas quedan al cuidado de las voluntades de activistas, comunidades y organizaciones que muchas veces -con pocas herramientas- están al pendiente de la protección de la ecología marina.
Esta ley fortalecería otros proyectos como el de OneSea sobre el control de las artes de pesca fantasma, que pretende un marcaje de las artes de pesca para facilitar una eventual recuperación en caso de pérdida. Desde la fundación nos unimos al apoyo de las iniciativas para una pesquería sostenible y controlada en el territorio nacional, que apoye a las comunidades que resguardan estos recursos y conocimientos.
Si quieres saber más o ser parte, acompañános en nuestras iniciativas y participa de los procesos de activismo siendo un Océano Defensor más.
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