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Plásticos alcanzan el Ártico

Oneblog

OneBlog, Fundación OneSea, Costa Rica

La contaminación por plásticos se ha convertido en una de las mayores preocupaciones ambientales para nuestras sociedades. El consumo y producción de estos polímeros, ha sobrepasado los límites planetarios, debido a la carga ambiental que provocan sus residuos. 

Nuestros océanos no se quedan atrás. Un estudio del Centro Nacional de la Síntesis Socio Ambiental revela que entre 19 a 23 toneladas de plástico terminan en las aguas del planeta cada año, por lo que se convierten en una de las grandes preocupaciones para la comunidad científica en la actualidad. 

Ríos, manglares, lagos y mares, van acumulando con los años dimensiones continentales de desechos plásticos, que se degradan en micropartículas. Esta problemática no solo tiene impactos en la vida marina, sino también en nuestra salud y modos de vida.

Olas de plásticos en el Ártico

Las consecuencias de la acumulación de plástico en el mar son serias. La mayoría de organismos marinos estudiados, presentan evidencia de contacto con algún desecho plástico. Esto aplica para los mares tropicales de Costa Rica, hasta las aguas en el norte del planeta.

La imagen prístina y remota del Ártico no la excluye de los impactos ambientales de los seres humanos. Ya informes científicos de diferentes organismos internacionales, institutos y universidades, han advertido de los impactos climáticos en las regiones árticas, y ahora el plástico se suma a las afectaciones. 

La evidencia aportada por la bióloga Melanie Bergmann en la revista Nature Reviews Earth & Environment, muestra presencia de plásticos en las playas y profundidades de los ecosistemas marinos árticos, a niveles comparables con regiones densamente pobladas, a pesar de la poca actividad humana en sus territorios.

Mucha de la basura plástica procede de fuentes lejanas que las corrientes marinas, el viento y los ríos, dispersan en el Ártico. La conectividad que existe entre la actividad humana y los ecosistemas del planeta es un hecho y cada acción tendrá su repercusión a corto o largo plazo.

La principal interrogante de los científicos ante este panorama, consiste en los impactos que tendrán los microplásticos en la ecología ártica y sus implicaciones para el planeta. 

Las proyecciones elaboradas por Bergmann sugieren que el microplástico permitirá mayor absorción de luz en la nieve y el hielo, lo que tendrá impactos directos en las temperaturas de los mares del Ártico y acelerará los procesos de deshielo, alimentando los procesos de cambio climático. 

En consecuencia, se pone en una cuerda floja el equilibrio de los paisajes árticos, que ya se encuentran en alarmantes estados de vulnerabilidad ecológica y por ende repercute en la ecología del planeta.

¿Qué será de nosotros y el plástico?

Nos encontramos en una carrera contra el reloj, y la basura plástica nos lleva la delantera.

En tan solo seis décadas, el consumo excesivo de polímeros, se ha encargado de heredar a las futuras generaciones 8.3 billones de toneladas métricas de plásticos, en donde la mayoría son productos de un solo uso, a pesar de los esfuerzos en reducción de materiales por parte de los consumidores y del reciclaje. La sola separación de los residuos en las ciudades, no es una solución para la problemática, se vuelve un tema de consumo mucho más amplio.

Por esto desde OneSea, creemos que el ambiente no es un tema secundario, porque no hay economía que sostenga el colapso ambiental al que nos enfrentamos. Debemos reflexionar sobre qué materiales usar, qué industrias apoyar y exigir a nuestros Estados soluciones efectivas, como la economía circular.

Repensá tu consumo y súmate al cambio. Declaremos juntos La Paz con los Océanos. 

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