Durante su campaña y recién asumida su gestión como Presidente de la República de Costa Rica, Rodrigo Chaves manifestó en conferencia de prensa que los empresarios podían “estar tranquilos porque su gobierno no ratificaría el Acuerdo”. Estas declaraciones sumadas otras sus intenciones de reactivar la pesca de arrastre de camarón, explotar crucitas o incluso explorar gas natural, han despertado la preocupación del sector ambientalista del país, en especial porque el Acuerdo de Escazú entre otras cosas busca proteger la vida de los defensores del ambiente e involucrar a la sociedad en las tomas de decisiones.

Según manifestó el Presidente Chaves en Conferencia, no cree que el Acuerdo sea beneficioso para el país, en un momento que se requiere activación económica. Sin embargo, representantes de entidades financieras mundiales como la CEPAL, el BCIE, BID, el BM, EIB, y de la OCDE, sostuvieron durante la Quinta Reunión del Foro de los países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, realizada en Marzo en Costa Rica, que las políticas socioambientales presentadas en el Acuerdo son fundamentales para un ambiente seguro en las inversiones. Los expertos destacaron la relevancia del Acuerdo de Escazú como herramienta fundamental para generar certeza y estabilidad en las inversiones.

Bajo este principio es que Colombia está impulsando ratificar el acuerdo, al igual que lo hizo Chile y el resto de los 13 países que lo han ratificado hasta ahora. De lograrse la incorporación de Colombia, tanto Costa Rica como el resto de los 24 países que firmaron el compromiso en un principio van perdiendo fuerza en sus argumentos para no ratificar la herramienta considerada única en la región.