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Microplásticos: lo que consumimos y desechamos

Oneblog

OneBlog, Fundación OneSea, Costa Rica

El consumo en las sociedades modernas ha tenido la característica de ser lineal, de comprar, usar y desechar, para luego volver a consumir. Esto ha tenido graves repercusiones en los ecosistemas del planeta, al acumular desechos de materiales que no pueden ser degradados por el ambiente. Uno de estos materiales que ha estado presente en el mercado desde la tercera década del siglo XX, es el plástico. Material de polímeros que se popularizó con la industria del Nylon, y que evolucionó en el tiempo hasta ser lo que conocemos hoy en día. 

Esta industrialización del material, ha hecho posible la fabricación de un sinfín de productos, los cuales al finalizar su vida útil, terminan en la basura, muchas veces sin un adecuado proceso de tratamiento. 

Esto último se ha convertido en las últimas décadas, en una de las preocupaciones más grandes de los ecólogos, pues el deficiente manejo de los desechos ocasiona la dispersión de materiales plásticos en el mar, que con el tiempo van generando residuos potencialmente peligrosos.

Residuos plásticos, una nueva realidad

Cada vez vemos más presente la palabra microplásticos en noticieros, vallas publicitarias y documentales ambientales, pues existe una gran preocupación dentro de la comunidad científica sobre la divulgación de los efectos de este tipo de partículas en los ecosistemas y sus posibles impactos en nuestra salud. 

Los microplásticos son partículas de plástico cuyo tamaño no excede los cinco milímetros de diámetro y que están compuestas por diversas sustancias (como materiales poliméricos), estados (sólido o semisólido) y morfología (esferas o fibras). Su origen puede ser primario o secundario. En el primer caso nos referimos a aquellos que son producidos específicamente como tales. Estos son fabricados y utilizados, principalmente, por el sector de la industria cosmética, de limpieza y farmacéutica y en los procesos de sandblasting como abrasivos para la limpieza de estructuras metálicas, cerámicas, acrílicas, etc.

Los de origen secundario se producen por degradación física o química de plásticos de mayor tamaño que han sido desechados de manera incorrecta en el ambiente. La exposición a los rayos ultravioleta del sol, la acción del agua y la oxidación son algunas de las razones por las que estos se degradan hasta formar pequeñas partículas.

Los procesos de lavado de ropa de fibras sintéticas, el consumo de agua embotellada y la contaminación del agua causada por el incorrecto desecho de residuos plásticos, figuran entre las principales causas de contaminación por microplástico. 

Como consecuencia de ello hay un efecto directo sobre el equilibrio ambiental, la salud y la vida de seres vivos, alterando ecosistemas como ríos, lagos y océanos según se ha venido reportando por diversos estudios e investigaciones científicas a lo largo de los últimos veinte años.

Por ejemplo, investigaciones del Instituto de Ciencias Marina de Virginia han determinado que la ingestión de microplásticos provoca en los animales úlceras, bloqueos del tracto digestivo, inanición por falsa saciedad e intoxicación. Los estudios también apuntan a que podría existir un efecto directo en la salud pública, ya que los microplásticos llegan a ser ingeridos por los humanos por medio del agua potable y por medio de los animales que se consumen.

Acciones desde el territorio costarricense 

En el contexto costarricense, esta problemática se trabaja desde la regulación de desechos plásticos de gran tamaño, pero no existe legislación que conceptualice la dimensión de este tipo de residuos, por lo que es necesario atender la coyuntura ambiental que se está presentando. 

Desde OneSea también hemos propuestos acciones y alternativas para evitar la contaminación por microplásticos que empiezan por rechazar, reusar, reducir y reciclar los productos que los contienen y producen. 

Además, desde el 2020 hemos llevado a cabo un proceso investigativo, junto con grupos de la sociedad civil y academia, para profundizar en las afectaciones y posibles propuestas de regulación de los microplásticos en el contexto costarricense. 

El accionar del gobierno es necesario para poder regular esta problemática, pero también es fundamental la acción de la sociedad civil. Tenemos que reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y cambiar de una vez por todas los plásticos de un solo uso en nuestras cotidianidades. 

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