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La pesca artesanal es la principal fuente de ingreso para de miles de costarricenses. Solo en el Golfo de Nicoya, dependen unos 2.500 pescadores artesanales y 800 molusqueros, convirtiéndolo en el estuario tropical más productivo en Costa Rica. La contaminación y sobreexplotación de los recursos marinos ha impactado significativamente los ecosistemas, afectando de manera directa la economía de las comunidades costeras y al medio ambiente.

Una prueba de ello, fue la muerte masiva de anchovetas ocurrida en febrero del 2017. Al menos 2.05 kilómetros de playa estaban cubiertas por miles de anchovetas y alguna otras corvinas muertas. Según los pobladores de la zona, no se veía algo así en al menos 18 años, por lo que autoridades de Incopesca tomaron muestras de los peces muertos distribuidos a lo largo de playa Manzanillo, Piedra Santa, playa La Mona, la Ensenada, y el estero los Moragas.

pesca responsable de Costa RicaLas muestra analizadas por Senasa y la Universidad Nacional, -aunque no de forma concluyente- atribuyeron el fenómeno a las altas temperaturas, falta de oxigenación, floramientos de algas e incluso, pesca ilegal. Esta situación es de vital importancia e interés por parte de las autoridades ya que la anchoveta, como la sardina, está en los primeros eslabones de la cadena alimenticia, por lo que es muy utilizada como carnada viva en la pesca especies comerciales como la corvina, el pargo o los bagres.

Según expertos, si la anchoveta llega a faltar, muchas especies se verían obligadas a abandonar el golfo en busca de alimento, impactando económicamente a las comunidades y el sector pesquero. Ya en el pasado Costa Rica sufrió algo similar en los años 50 cuando la anchoveta o anchoa agallona (Cetengraulis mysticetus), desapareció por completo del Golfo. Hubo que traer unos 600 peces próximos al desove y disponer de una veda para permitir su reproducción libre.

Buscando Soluciones para la Protección de la Anchoveta

Dándole la importancia que merece la anchoveta para el sector pesquero el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) solicita a la Universidad Nacional realizar un estudio que permita contar con información científica para proponer pautas en su manejo. De esta forma y por unos 7 meses los científicos de la UNA se adentran en el golfo de Nicoya para contar anchovetas y así calcular la biomasa. Es decir, la cantidad de animales encontrados en un determinado sitio. Con esta información se podría determinar y establecer cuántos peces se pueden extraer sin perjudicar al ecosistema.

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Costa Rica promueve la pesca responsable

Cómo Ayudar a Proteger a la Anchoveta

Si bien es rescatable que el Estado le esté dando a la protección de este recurso marino, estos estudios requieren tiempo y el impacto que generan las prácticas humanas, no se detienen y provocan impactos severos. Recordemos que básicamente todo lo que sucede en continente afecta al mar. A nivel global, el 90% de los contaminantes son transportados por los ríos hasta los océanos, por lo tanto tenemos que ser muy conscientes y esforzarnos por reducir nuestra propia huella ambiental.

Según expertos, alrededor del 70% de la contaminación marina es resultado de las actividades humanas realizadas en continente. Cuencas de ríos como el Grande de Tárcoles (Puntarenas) y Tempisque (Guanacaste) están densamente pobladas por seres humanos y eso se traduce en grandes aportes de nutrientes como nitritos, nitratos y fosfatos, entre otros, afectando directamente al Golfo de Nicoya. El reto de asumir la responsabilidad y promover el cambio, está en cada uno de nosotros.

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