Cada año nos acercamos más a la meta del 2030. Un año en donde las promesas por un planeta más sostenible sean la realidad para todos los territorios.

Así comenzamos un nuevo año. Un 2023 con nuevos retos para el ambiente y las sociedad

Hacer pequeños cambios en tu estilo de vida es una forma sencilla pero eficaz de llevar una vida más sostenible en este nuevo año. Menos desperdicio de alimentos en general significa más comida para las personas en estado de vulnerabilidad y con inseguridad alimentaria, así como un ecosistema más sano.

Desde OneSea, te invitamos a explorar nuevas formas de ser más sostenibles y reducir nuestra huella de carbono en este 2023.

• Tener una compostera

El compostaje es una práctica infalible durante todo el año para reducir el desperdicio de alimentos y vivir de forma sostenible. Es la forma perfecta de devolver nutrientes a la tierra para nutrir frutas, verduras, flores y el mismo zacate.

Los materiales orgánicos de tu cocina como la piel de la papa, las cáscaras de huevo, las cáscaras de fruta y hasta papeles se descomponen de forma natural, por lo que son perfectos para añadir al compost.

• Dejar de fumar

Eliminar el consumo de tabaco no solo te podría devolver una buena calidad de vida por muchos años, sino que además contribuye significativamente a la lucha contra la contaminación de nuestros océanos.

Las colillas de cigarro contienen microplásticos y otros peligrosos contaminantes como químicos que quedan en el medio ambiente al no ser bien depositados. Desde OneSea hemos trabajado arduamente para que las colillas de cigarro se conviertan en residuo peligroso de tratamiento especial, logrando importantes avances en la legislación costarricense.

• Bañarse con agua fría

Los calentadores de agua representan aproximadamente el 20% del consumo energético del hogar. Lavar la ropa con agua fría puede reducir el consumo de energía, mantener la vitalidad de tus prendas y reducir más de 390.089 kilos de emisiones de CO2 al año.

• Reducir el consumo de carne

No todas las personas tienen la economía o disposición de tener una dieta vegetariana. Pero con el simple hecho de cambiar la carne roja por carne blanca (como el pollo), de vez en cuando, puede reducir significativamente las emisiones de carbono. Según un estudio de la Universidad de Michigan, si se sustituye todo el consumo de carne vacuna por pollo durante un año, podría reducir su huella de carbono anual en unas 400.068 kilos de carbono.

Si no estás seguro de cómo empezar a reducir tu consumo de carne, prueba a incorporar los “lunes sin carne” a la dieta semanal o elige una comida al día (como el almuerzo) de la cual excluir la carne.

Vidas más sostenibles, océanos más sanos