Viviendas Amigables con el Medio Ambiente
En Costa Rica siempre decimos que: hay que buscarle al comba al palo y es justamente lo que han hecho algunos creativos emprendedores con el interminable problema de la basura proveniente del plástico de uso diario. La longeva resistencia del plástico a los procesos de degradación lo han convertido en la materia prima perfecta para materiales de construcción y así levantar casas de interés social.
Recientemente, Peter Lewis un inventor neocelandés, dio a conocer como através de su empresa By Fusion, había diseñado una máquina que recicla los desperdicios plásticos recolectados del océano y los convierte en ladrillos que son utilizados en la construcción de viviendas amigables con el medio ambiente.
By Fusion, se encarga de recolectar los desechos plásticos que se encuentran en los océanos y los reutiliza como materia prima que es comprimida a través de una plataforma modular que produce ladrillos resistentes de varias formas y densidades, basado en ajustes personalizados. El sistema es portable y puede funcionar con gas o electricidad, además no requiere de clasificar ni lavar el plástico que utiliza, volviéndolo un proceso casi 100% carbono neutral.
Según explica By Fusion, comparados con el proceso de elaboración de un bloque de concreto tradicional los bloque de Replast, -como los llaman- emiten un 95% menos de gases. Los bloques ya están siendo utilizados para construir viviendas para familias de bajos recursos en Hawai.
La ONU ha venido advirtiendo que para el 2050 el peso de todo el plástico en los océanos sería mayor al de todos los peces juntos, lo que daría a la empresa una enorme fuente de materia prima, al mismo tiempo que ayudan a limpiar los océanos, alcanzando un ciclo de sostenibilidad interesante.
Otras Iniciativas de Construcción con Plástico Reciclado
En el 2016, la empresa Colombiana, Conceptos Plásticos, tomaron los problemas de manejo de residuos sólidos del país junto con el déficit habitacional y diseñaron una alternativa amigable con el medio ambiente para solucionar ambos problemas. Según explican, tan solo la ciudad de Bogotá envía unas 750 toneladas de plástico al relleno Doña Juana, el cual opera desde hace más de 30 años y ha sido un tema de polémica para los vecinos del rellenos durante casi el mismo periodo de tiempo.
La empresa toma los residuos plásticos del relleno y por medio de un riguroso proceso industrial de transformación, muele, aglutina y funde el plástico, para luego ir a una extrusora, que es la máquina que le da su forma final y convertirlo en material de construcción para casas de interés social. Además, aseguran que su elaboración reduce hasta en un 20% el costo de construcción de una casa de interés social rural.
Sus creadores aseguran que entre sus ventajas destaca que:
- Son antisísmicas capaces de soportar terremotos de hasta 9,5 grados.
- Son termoacústicas, manteniendo una temperatura templada en el interior sin importar que afuera haga frío o calor.
- Pueden recibir cualquier acabado.
- Son resistente al agua y a los químicos.
- Contienen aditivos que las hacen resistentes a incendios y a los roedores.
En Costa Rica, Donald Thomson un canadiense emprendedor inició un proyecto similar desde el 2014. Con la ayuda de la empresa Agua Costa Rica, empezaron a recuperar todas las botellas de agua que la empresa producía para usarlas como material prima y transformarlas en tejas que después serían utilizadas en los techos de casas de bienestar social. El proyecto de Botella a teja, ayuda a familias en estado de vulnerabilidad del Barrio El Pochote en Cóbano, Puntarenas, zona que se vio afectada por el terremoto de Cóbano en 1990.
Gracias a la creatividad de estos emprendedores no solo están encontrando posibles soluciones al problema de contaminación por plástico en nuestros océanos y medio ambiente en general, sino que además están ofreciendo una excelente alternativa para darles una vivienda digna a muchas familias necesitadas. Una vivienda que contaría con materiales reciclados con una vida útil de más de 400 años, convirtiendo la peor característica de la contaminación del plástico en la mejor cualidad de estas viviendas amigables con el medio ambiente.