Las Peligrosas Colillas de Cigarro
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OneBlog, Fundación OneSea, Costa Rica
Ya van 10 años desde que el consumo de tabaco tuvo un cambio rotundo en la salud pública de Costa Rica, desde entonces se han movilizado campañas y la aprobación de una ley que ha transformado la relación con el cigarro entre las y los costarricenses. La ley antitabaco firmada en el 2012, prohíbe el fumado en lugares públicos, así como el requerimiento de que en los empaques se muestren advertencias sobre las repercusiones en la salud.
Esto ha llevado a una disminución paulatina en el consumo de productos de tabaco en el país. Según el Ministerio de Salud, para el 2020 sólo el 2,57% de hogares presentaban en su canasta básica los cigarros, en comparación al 5,28% de hogares registrados en el 2012.
Pero la regulación del fumado solo atiende una parte del problema del cigarro en la salud pública. Sus residuos son un factor alarmante que es necesario de atender a nivel global, pues tienen un impacto directo para el ambiente. En comparación con otros tamaños de basura, como una botella plástica, una colilla de cigarro de apenas un par de centímetros, es un potencial contaminante de los ecosistemas marinos en el planeta.
Las colillas de cigarro son uno de los residuos más subestimados no solo en Costa Rica sino en todo el mundo. El cigarro después de ser consumido, se convierte en un residuo de pequeño tamaño pero incómodo de sostener que usualmente es lanzado al ambiente sin mayor reparo, convirtiéndose en una amenaza silenciosa para los ecosistemas.
Esto vuelve su recolección muy compleja y costosa, aún cuando se tiren a la basura, presentan un gran desafío para su disposición final, a la que una mayoría de ellas no alcanza a llegar. Expertos apuntan que debido a los materiales y químicos que contienen las colillas de cigarro, es necesario que sean tratadas de manera especializada.
Según la Universidad Estatal de San Diego, una de las mayores inquietudes con respecto a este enorme problema ambiental es que las colillas suelen llegar a los ecosistemas acuáticos y contaminarlos. Por ejemplo, pueden flotar por muchísimo tiempo en el océano, hasta ser consumidas accidentalmente por algún animal. De hundirse o romperse en tamaños más pequeños, se acumulan generando sustancias residuales extremadamente tóxicas para varios organismos.
El problema no acaba ahí. Los contaminantes son susceptibles de entrar a la cadena alimenticia, lo cual es una preocupación para los agroecosistemas que brindan alimentos para las poblaciones, especialmente aquellas más vulnerables que dependen de la agricultura y la pesca de subsistencia.
Un peligroso y subestimado residuo
Desde luego, los programas antitabaco y la iniciativa de muchas personas por abandonar el consumo del cigarrillo, son fundamentales y aportan en gran medida a la disminución del residuo como tal. Sin embargo, según datos del Ministerio de Salud, se estima que un 12% de las mujeres y un 25% de los hombres en Costa Rica, todavía consume tabaco, lo que representa una enorme cantidad de colillas de cigarro y residuos que no son desechados ni tratados correctamente, poniendo en juego la salud humana y ecológica en general.
La gran mayoría de los filtros de cigarrillos se fabrican con acetato de celulosa, una sustancia similar al lino que no es biodegradable. En muchas ocasiones traen también consigo restos de tabaco y no sólo eso, la principal preocupación es su alta toxicidad, ya que puede llegar a contener hidrocarburos aromáticos policíclicos, formaldehído, acetaldehídos, cianuro de hidrógeno y benceno, así como metales pesados como cadmio, arsénico, níquel, cobre, plomo y zinc. Algunas toxinas, como la nicotina, existen naturalmente en las hojas de tabaco, mientras que los metales pesados son absorbidos durante el crecimiento de la planta desde el suelo y con la aplicación de agroquímicos.
Por una regulación en el territorio costarricense
En junio del 2021, el Ministerio de Salud, recibió un llamado de atención en el que se le solicitó la creación de un reglamento de manejo especial de los desechos de colillas de cigarro, para así atender el impacto ambiental que están generando en el territorio, sin embargo es poco lo que se sabe o a avanzado en esta materia.
En OneSea nos dimos la tarea de comprender a fondo está problemática y desde el 2020 trabajamos junto con Regencia Química de la Universidad de Costa Rica, instancia encargada de dar asesoría técnica referente a gestión de sustancia químicas, para investigar qué implicaciones tienen este tipo de residuos en el contexto costarricense. Para OneSea, es fundamental buscar soluciones basadas en la ciencia, los ecosistemas y la gente, por lo tanto estos procesos se han desarrollado participativamente mediante talleres y procesos de consulta, construyendo conocimiento desde distintos sectores de la sociedad.
Actualmente, se está trabajando en la preparación de una propuesta para un proyecto de ley y así brindar soluciones más comprensivas y adecuadas para los mares de Costa Rica, siempre posicionando la ciencia y la participación ciudadana como factores fundamentales.
Próximamente se conocerán los datos encontrados en las investigaciones de OneSea, para comprender la particularidad de los residuos de colillas de cigarro y su proceso de clasificación y desecho.
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